Para poder vivir una vida saludable y en equilibrio con Dios, con nosotros mismos y con los demás debemos constantemente hacernos dos preguntas: ¿Qué quiero? ¿Qué necesito?

Y las respuestas a estas preguntas deben estar acordes con los valores y metas que nos hemos trazado en la vida. La ley de siembra y la cosecha nos enseña que somos mayordomos de todo lo que Dios nos ha dado, cada decisión que tomemos como adultos, así como administremos los recursos, los dones y las oportunidades son nuestra propia responsabilidad. Dependemos del favor de Dios, pero también tomamos decisiones permanentemente.

Esto se aplica al ámbito relacional y es por esto que las relaciones saludables están enmarcadas por límites. En las relaciones sanas y equilibradas hay balance y reciprocidad; tanto se da como se recibe. Esto aplica a las relaciones adultas, pero en las relaciones con hijos igual se necesitan unos límites sanos y un aprendizaje fundamental acerca que significa e implica el Sí y el No en la vida.

Nunca tendremos todo lo que queremos en la vida. No siempre las personas van a responder a nuestros deseos o solicitudes. No siempre nos darán acceso a sus vidas como queremos o anhelamos y parte del aprendizaje en los límites sanos es el manejo de la frustración, la vulnerabilidad, la imperfección y que hacemos cuando nos enfrentamos a esos muros. En otros escenarios tendremos que aprender como decir no, sin el temor al rechazo, a quedar mal, a ser excluidos, y como mantener nuestra integridad en circunstancias en las que la Gracia y Verdad serán fundamentales para una vida íntegra. 

La vida se encarga de mostrarnos que no somos infinitos e ilimitados. Hay cosas a las que tenemos que decir NO. Hay conductas a las cuales debemos decir YO NO, y todas las relaciones saludables necesitan límites saludables. Es muy importante la vida con límites sanos y la pregunta práctica del día a día es: ¿debo decir Sí o No?.

Cómo poner límites saludables se aprende en casa y se practica toda la vida

Cómo poner límites saludables se aprende en casa y se practica toda la vida, para bien o para mal. Sin embargo, si aun siendo adultos no lo hemos aprendido a hacer bien, siempre hay la oportunidad de hacerlo. En esto los expertos recomiendan la búsqueda de apoyo de los amigos, mentores, en algunos casos en donde ha habido abuso la ayuda de grupos de apoyo o consejeros más expertos. Si se pueden superar las relaciones tóxicas, sobre envolventes, dependientes o abusivas. En estos casos no es tan sencillo y se requiere aprender a atender de una manera más saludable a las necesidades que todos tenemos de amor, aceptación y valoración. A veces nos quedamos en una relación dependiente y malsana solo por temor a estar solos, o no perder algunas ganancias secundarias que esa relación nos provee.

En la Fundación Vinculo queremos apoyarte, ¡Es nuestra misión!, durante este mes podrás acceder al grupo de apoyo “Los Limites sanos en mis relaciones” que comienza el 12 de mayo. Puedes inscribirte a través del siguiente enlace:

Claves para que crezcas en tus límites

Si luchas con el temer a desagradar, estás confundido en complacer. Sientes terror de ser excluido, de ser rechazado, de fallar de desilusionar a otros y a Dios y no sabes cómo aplicar las limites en tu vida, puedes comenzar con estas claves. Todos experimentamos altas dosis de inseguridad, pero puedes mejorar tu vida, superar la ansiedad que esto te genera y comunicarte de manera asertiva y saludable. Escríbenos tus comentarios en nuestra página web.

  1. No te pierdas a ti mismo tratando de agradar a otros todo el tiempo y en toda circunstancia. No es posible.
  2. Aprende que a veces si vas a perder (gente, privilegios, oportunidades
  3. Aprende a dar y a recibir siempre. No eres una fuente ilimitada de recursos.
  4. Empatía sin límites es autodestrucción. Revisa tus motivaciones.
  5. Asegura una vida de integridad donde tu Si, sea Sí y tu No sea No, sincero.
  6. Di la verdad con gracia, sin la intención de herir o vengarte o acusar. Solo expresa asertivamente lo que quieres y necesitas, sin manipular o presionar. 
  7. Reconoce y acepta que eres diferente a los demás y ellos son diferentes a ti, de. modo que puedes aceptar que piensen, sientan y actúen distinto a ti. No trates de hacerlos una versión de ti mismo (a).
  8. Soporta la frustración de no poder tener todo lo que quieres y aprende a depender mayormente de Dios. El sí tiene recursos que van más allá de ti mismo.

Puedes mirar sobre las 5 formas de límites en el vídeo Harry Hoffman director del Global Member Care (activa los subtítulos)

En la Fundación Vinculo tenemos expertos para ayudarte con este tema.

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