Con inmensa gratitud celebramos lo vivido durante la gira nacional “Vulnerabilidad: El regalo inesperado”, una experiencia que marcó profundamente el corazón de cada una de las personas que tuvo el privilegio de participar. A lo largo de cada encuentro vimos cómo Dios transformó la fragilidad en fortaleza, el dolor en esperanza y la vulnerabilidad en un verdadero regalo de gracia.
Cada espacio fue un testimonio del poder sanador del amor de Dios y de la importancia de los vínculos que nos sostienen como familia y comunidad de fe. En medio de cada historia compartida y de cada oración comprendimos que abrir el corazón no nos debilita, sino que nos acerca más al propósito divino de vivir conectados con Él y con los demás.
Agradecemos a la iglesia anfitriona, a los pastores, voluntarios, equipos de apoyo y a cada persona que hizo posible este recorrido. Su entrega, hospitalidad y compromiso fueron parte esencial de lo que Dios obró en esta gira.
Hoy, al mirar atrás, reconocemos que este camino fue una invitación a vivir con autenticidad, a reconciliarnos con nuestra historia y a fortalecer los lazos que nos hacen familia.
Al concluir esta etapa, deseamos que el mensaje de “Vulnerabilidad: El regalo inesperado” siga haciendo eco en cada corazón. Entendemos que los procesos de restauración se construyen paso a paso y que el acompañamiento constante es clave para consolidar lo que Dios ha iniciado.
En coherencia con esta misión, la Fundación Vínculo ofrece el Programa de Restauración y Consejería Intensiva, una excelente alternativa para quienes desean profundizar en su proceso de sanidad y fortalecimiento personal y familiar. Se trata de un proceso terapéutico especializado que se desarrolla durante un fin de semana en un espacio tranquilo y alejado de la ciudad.
Es un espacio creado para incentivar la reflexión, el descanso y la reconexión emocional y espiritual, dirigido a personas, parejas y familias que enfrentan crisis, heridas emocionales o conflictos relacionales, y que desean tener un proceso profundo de sanidad y renovación interior.
A través de un acompañamiento terapéutico integral, los participantes tienen la oportunidad de detenerse, mirar hacia su interior y trabajar en aquellas áreas que requieren atención, perdón y renovación.
Noviembre se presenta como un tiempo propicio para abrir el corazón y permitir que Dios siga obrando. Una invitación a reconocer que la vulnerabilidad, cuando se vive desde la fe, puede convertirse en un regalo transformador.
Fundación Vínculo
“Restaurando relaciones – fortaleciendo familias”

